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Políticas de Protección Cultural en Corea: Patrimonio Cultural Intangible y Personajes "Tesoro Nacional"
Por YANG Jongsung
Capítulo 6: Conclusiones
La Ley de Protección del Patrimonio Cultural fue legislada en 1962 para la protección de los géneros tradicionales y de sus intérpretes. La ley fue el fruto de una política de conservación cultural instituida por el gobierno coreano que busca entretejer la herencia cultural nacional de Corea dentro del amplio tejido de la modernización. Los cambios en la cultura tradicional alrededor del mundo, incluyendo a Corea del Sur, debido a la modernización, han conducido a la construcción de la legislación protectora (Grana 1971; MacCannell 1976; Spindler 1977). En los países donde la cultura nativa se está mezclando con las culturas importadas, las políticas culturales gubernamentales buscan institucionalizar la cultura nacional con el fin de protegerla para el bien de la identidad nacional. Estas políticas pueden ser "consideradas como una parte del gobierno" (Briggs 1992:8).
Sin embargo en términos de protección cultural, Corea y Japón son únicos en sus políticas. Estos son los únicos países en el mundo en los cuales el gobierno central protege a los intérpretes de estilos folclóricos en términos de designación como "portadores del patrimonio cultural intangible" o "personajes tesoro nacional" a través de la legislación de protección cultural. Un número de países alrededor del mundo tiene legislación de protección cultural, pero protegen la cultura material y no a los intérpretes o a las artes escénicas. En esos países en donde los intérpretes tienen alguna forma de protección, estos son beneficiados por fondos o premios culturales, no por una ley institucional gubernamental (ver Estudios y Documentos sobre Políticas Culturales, UNESCO, 1969-1994).
Las presentaciones culturales bajo la aplicación de la Ley de Protección del Patrimonio Cultural han sufrido transformaciones como cultura nacional recontextualizada en la forma de patrimonio cultural intangible. La aplicación de la Ley de Protección del Patrimonio Cultural de Corea recontextualiza y reforma la tradición para los "movimientos de revitalización cultural", pero también como un "mecanismo de control social" (Bauman 1992b:32). Este estudio examinó estos asuntos dentro de un contexto de la teoría de la interpretación en el cual, como Bauman lo afirma (1982a), el patrón, función y significado del folclor por parte de los intérpretes ha sido transformado a través de la nueva producción social, la manipulación política y la comercialización y la promoción del turismo en Corea. Los cambios se han generado a través de las funciones repetitivas en producciones culturales públicas y han afectado las artes en tres formas básicas.
Primero, el patrón de interpretación requerido por el sistema de designación del patrimonio cultural como tesoro nacional ha recontextualizado a las artes en un contexto fijo. Los géneros folclóricos son interpretados por personajes tesoro nacional y otros intérpretes designados por el gobierno en producciones culturales tales como festivales nacionales u otro tipo de exhibiciones que repiten continuamente una misma interpretación sin importar la fecha y el lugar. Es decir que no hay oportunidad para la innovación o el cambio dentro de la interpretación como resultado del contexto o de la participación del público. Por el contrario las artes escénicas tradicionales se han convertido en símbolos nacionales inmodificables interpretados por personajes tesoro nacional para promover el orgullo nacional.
Segundo, la función de las artes ha cambiado. Gangnyeong talchum ya no existe como un festival aldeano en Gangnyeong, y salpuri chum y seungmu ya no se interpretan en rituales chamanísticos o como entretenimiento local respectivamente. A cambio son presentados como atracciones turísticas en festivales culturales nacionales, conciertos profesionales y festivales internacionales, o en producciones a través de los medios de comunicación, particularmente en las áreas urbanas. Por otro lado, estas presentaciones se han convertido en fuente y emblema del orgullo nacional para los coreanos modernos. Las artes escénicas sirven para proporcionarle a la gente una identidad nacional frente a la transformación social producto de la modernización, industrialización y occidentalización. Estos géneros folclóricos recontextualizados sirven como formas de "mecanismo de control social" (Bauman 1992b:32) ideológico y político como resultado de una política cultural que continuamente los promueve.
Por último, aunque las funciones han cambiado como resultado de la institucionalización de las formas a través de las interpretaciones repetitivas, las artes escénicas tienen aún así un gran significado para los coreanos modernos como representaciones de la cultura tradicional. Aunque el significado original haya cambiado, las artes escénicas tienen ahora un significado como tesoros nacionales de las artes escénicas designadas por el gobierno, y sus intérpretes tienen un gran significado como personajes tesoro nacional. El proceso de designación mismo se ha convertido en una nueva tradición reconocida. La participación ideológica y política del patrimonio cultural ha generado una reforma de la tradición con el fin de beneficiar los intereses políticos del gobierno. Bajo la Ley de Protección del Patrimonio Cultural, los géneros folclóricos coreanos se han convertido en formas para ser mantenidas como símbolos nacionales.
Estos cambios de patrón, función y significado producidos por las políticas de protección del gobierno coreano han sido hasta cierto punto inevitables. El acto de preservar la cultura conduce por necesidad a alguna forma de administración y clasificación. Antes de que los géneros culturales puedan ser preservados, estos necesitan ser identificados. En casos en los que géneros ya no son practicados en forma activa, estos necesitarían incluso ser reconstruidos. En el proceso de identificación o reconstrucción, también se necesita hacer algunas especificaciones en cuando a la selección de géneros para ser preservados y la forma o patrón en que serán mantenidos. El sistema de preservación cultural en Corea del Sur, representado por la Ley de Protección del Patrimonio Cultural, proporciona este marco burocrático y administrativo.
La preservación es también necesaria e importante cuando la cultura de una nación enfrenta transformaciones radicales, particularmente debido a la importación de nuevas culturas. Cuando una sociedad tradicional se industrializa, a su vez importa nuevas formas de pensar, y esto afecta la vida diaria de la población. Si las artes escénicas tradicionales han tenido un significado específico en la conducta de la vida diaria -ya sea en la forma de ceremonias religiosas, la expresión de creencias o el entretenimiento- las artes lógicamente perderán su función cuando las formas tradicionales de comportamiento son reemplazadas por formas nuevas y modernas -y posiblemente también formas importadas. En este caso hay un cambio inevitable en la función y en el significado sencillamente porque las viejas formas ya no tienen un lugar entre las nuevas. Los cambios en la función y el significado no son un resultado directo de la preservación, sino que más bien pueden ser un reflejo de los cambios sociales que han hecho que la política de preservación sea necesaria. Sin embargo, los aspectos de preservación que afectan los cambios en la función y el significado son el propósito y la meta de los creadores de las políticas y de los administradores dentro del sistema de preservación. Éste punto será discutido más adelante.
Un resultado positivo del sistema de protección coreano ha sido el crecimiento de los estudios sobre folclor. Durante las pasadas décadas los estudios sobre folclor en Corea del Sur se han concentrado con mayor entusiasmo en la recopilación de materiales más que en los aspectos más analíticos y teóricos de la folclorología coreana. Es decir que los folclorólogos coreanos se limitaron a la recopilación de materiales basados en el método de reconstrucción histórica, el cual ha tenido grandes resultados en la catalogación o en las historiografías del folclor (Choi Chungmoo 1987:7).
La selección de géneros folklóricos para su designación como patrimonio cultural por parte del comité del patrimonio cultural intangible está basada en el uso que hace el comité de las colecciones básicas y de investigación de las artes escénicas tradicionales hechas por los primeros folclorólogos culturales nacionalistas tales como Song Sok-ha y Yim Suk-jay, quienes usaron el método de la reconstrucción histórica en su recopilación de materiales y reconstrucción de tradiciones coreanas. El resurgimiento de formas de arte escénica tradicionales a través del Concurso Nacional de Artes Folclóricas es también atribuido a los esfuerzos de los reconstructores históricos Song y Yim.
Éste método de reconstrucción histórica también fue usado para reconstruir tradiciones y establecer la ley japonesa para la protección del patrimonio cultural por parte del líder de la investigación folclorológica japonesa Yanagita Kunio (1875-1962) (Dorson 1972: 13-14), quien también contribuyó al desarrollo de la política de protección cultural en Japón. Yanagita, quien era similar a Yim en su método para educar a una nueva generación de investigadores del folclor (Choe Kil-song 1993: 3-4), estuvo muy envuelto tanto en el campo público como en el trabajo gubernamental (Shigeru 1973). En forma similar tanto Yim como Yanagita se hicieron miembros de comités del patrimonio cultural en sus respectivos países luego de una larga experiencia recolectando materiales sobre folclor (Williams 1989). Tanto las políticas culturales coreanas como japonesas están en deuda con la información y colecciones de materiales sobre folclor producidos por Yanagita y Yim.
Los puntos de vista ideológicos similares entre Song y Yim y la Ley de Protección del Patrimonio Cultural con respecto a la política de conservación cultural de Corea son la recopilación de la tradición y la educación pública con respecto al folclor. Los puntos de vista de Song y Yim se parecen mucho a los del romanticista Johann Gottfried von Herder (1744-1803), quien enfatizaba la importancia de un sentido de soberanía de las tradiciones nacionales. Sin embargo, también existen puntos de vista ideológicos divergentes. Al tiempo que la política de conservación cultural de Corea y la Ley de Protección del Patrimonio Cultural surgieron del trabajo de recopilación de las tradiciones nacionales por parte de Song Sok-ha y Yim Suk-jay, y la política cultural está protegiendo esas tradiciones y educando a las futuras generaciones, ésta también está manipulando y transformando los géneros folklóricos para un uso político, tal como la legitimación del gobierno a través de exhibiciones internacionales y su identificación con símbolos nacionales.
El asunto de la manipulación gubernamental de las artes escénicas vuelve a la cuestión del efecto de los propósitos y metas de la política de preservación. Una política de protección cultural es necesaria para preservar la memoria de una nación, pero la cultura que se preserva es vulnerable a los caprichos e interpretaciones de los que tienen el control. En el caso de Corea del Sur, la preservación cultural surgió no de la pura motivación por el respeto del valor intrínseco de la cultura, sino mas bien por necesidad política. El régimen de Park no podía pedirle a los coreanos que abandonaran por completo su herencia cultura y que aún así conservaran una unidad social, de tal forma que que empezó a utilizar esa herencia como una forma de educar a la gente con respecto a los cambios inevitables que se iban a generar. Desde el comienzo la preservación fue asociada con las políticas del gobierno, y esta asociación no ha cambiado con el clima político cambiante. Es difícil conjeturar sobre si los cambios en la problemática de preservación cultural deberían determinar el cese de la manipulación gubernamental en el patrimonio cultural, pero esto disminuiría el grado con el cual la historia y cultura coreanas son usadas para legitimizar las actuales administraciones políticas.
Aparte del uso propagandístico de las artes escénicas, la influencia de una agenda política especifica en la administración de la política cultural por parte del gobierno central puede ser perjudicial. El gobierno central controla la Oficina del Patrimonio Cultural tanto política como burocráticamente (Chong Chae-wan 1986: 307), lo que además ayuda al gobierno a influenciar la política cultural a un nivel personal. Este control también afecta al comité del patrimonio cultural intangible ya que tiene la autoridad de realizar exámenes para determinar el estatus de los intérpretes y los aprendices y para designar a personas en los diferentes niveles. Así, este control político e ideológico se ha infiltrado en el proceso de designación. Esta simplicidad en el control es posiblemente una de las razones de la efectividad administrativa de la ley de protección del patrimonio cultural de Corea a pesar de su corta historia, pero esto también permite la intromisión de intereses personales y políticos de los protectores de la cultura lo que afecta la toma de decisiones. Mientras que los folcloristas fuera de las esferas gubernamentales podrían aplicar la ley más acorde con los conceptos de mantenimiento de la tradición, esto podría cambiar una vez se involucra la política.
Un ejemplo de la tensión ideológica entre folcloristas y los creadores de las políticas culturales está en el ritual chamánico de la costa oriental (donghaean byeolsingut). A comienzos de 1985, los intérpretes de este ritual estaban tratando de cambiar sus trajes con el fin de buscar que su ritual fuera designado como patrimonio cultural intangible, de tal forma que le pidieron a Yim Suk-jay que los asesorara. Yim fue enfático al decir que la invención intencional de la tradición con el propósito de obtener una designación estaba destruyendo la naturaleza de dicha tradición. A pesar de eso el grupo hizo cambios y su "forma mejorada" fue designada como patrimonio cultural intangible número 82-a en 1985. En esto recae otra falla del sistema de protección cultural de Corea. Como Yim lo afirmó, cambiar la tradición con el fin de ser designado para la preservación de esa tradición hace de la designación algo casi completamente sin sentido. Los intérpretes de las artes escénicas tradicionales no están introduciendo cambios a su forma de arte como parte de la evolución natural de esa forma en reacción al tiempo y el espacio; por el contrario ellos están haciendo cambios arbitrariamente con el fin de lograr la aprobación de los miembros del comité del patrimonio intangible quienes son los que seleccionan los estilos para designación. Con sus acciones parecen estar buscando el estatus y reconocimiento que se logra a través de la designación, y no están buscando preservar su forma de arte. Aparte de los supuestos motivos de estos intérpretes, las acciones de los miembros del ritual donghaean byeolsingut y su subsecuente designación pone en entredicho la autenticidad y validez de las formas que se preservan. Esta cuestión se refleja bien en el hecho de que el informante de la forma Gangnyeong talchum que fue seleccionada para designación, no tenía casi experiencia interpretando esta forma de danza teatro de máscaras en su contexto natural, o no tenía una memoria clara de cómo se interpretaba originalmente. Luego de una designación de acuerdo con la ley actual, no se puede introducir cambios sin el permiso de la Oficina del Patrimonio Cultural, y dicha oficina ha demostrado ser inflexible con respecto a las modificaciones luego de una designación.
Gangnyeong talchum, seungmu y salpuri chum son símbolos del patrimonio cultural nacional entre los coreanos de hoy. En la actualidad no hay intérpretes de Gangnyeong talchum, ni siquiera el actual in-ganmunhwajae (personaje tesoro nacional), que tengan alguna conexión con la aldea Gangnyeong. De tal forma que no es una forma de arte aldeano rural si no simplemente una forma de arte de festivales urbanos. Sin embargo el significado que tiene la Ley de Protección del Patrimonio Cultural de Corea es el de un instrumento de renacimiento de formas antiguas de artes escénicas tradicionales. Es cierto que en muchos casos las formas tradicionales de géneros folclóricos se habrían perdido completamente si no hubiese existido el sistema. Si dicho sistema se hubiera establecido antes de 1961, se habrían podido revivir muchos más estilos de los que existen en la actualidad (Lee Po-hyong 1991: 45). Este sistema ha sido muy valioso en la preservación de las ricas tradiciones culturales de Corea. Aun así, una vez se ha llevado a cabo la designación, no se promueve la continuidad en la investigación de las formas originales y con frecuento esto es inaceptable. Esto conduce a una falta de veracidad y desarrollo histórico y ocurre por conveniencia para los intereses burocráticos.
Los personajes tesoro nacional como intérpretes profesionales del patrimonio cultural intangible pueden regular y estandarizar interpretaciones a través de la práctica diaria y de las presentaciones repetidas constantemente. Este es el resultado de la regulación y estandarización de las formas designadas por parte del gobierno. El gobierno exige la misma forma original (wonhyeong) repetida en un contexto fijo y sin cambios; por tanto durante las presentaciones los intérpretes designados necesitan mostrar solamente su habilidad profesional. Es esta exhibición de habilidad profesional la que hace que estas formas estén altamente desarrolladas o sofisticadas y esto también ha dado como resultado que los géneros se comercialicen y sean usados para la promoción del turismo.
Gangnyeong talchum, seungmu y salpuri chum se han desarrollado hasta convertirse en formas de arte que son más sofisticadas que las formas improvisatorias tradicionales originales, lo que ha hecho que las artes escénicas folclóricas de Corea sean ahora consideradas como artes escénicas elevadas hasta convertirse en símbolos nacionales.Es decir que existe una gran distancia entre el público y los intérpretes. Las funciones ya no son una extensión o una expresión de las preocupaciones de la vida diaria. Por el contrario, estas representan o simbolizan lo que fue una vez la vida. Además, debido a que los intérpretes son seleccionados y las interpretaciones se repiten, se puede decir que la interpretación cultural repetida e institucionalizada es reformulada como resultado del intervencionismo cultural (Bauman 1992e; Cadaval 1985; Carey 1976; Mullen 1981).
Ya sea una exposición cultural tangible o un festival cultural intangible como "una forma moderna de producción cultural" (MacCannell 1976, citado en Baumann 1992: 1), el folclorista y el etnomusicólogo se han involucrado en tratar de traer al publico en general aspectos especiales de su propia cultura y de ese modo educar al público en un formato práctico. Lo que es reciente es un incremento de la conciencia general de la comunidad folclórica sobre los efectos de la sociedad moderna en las tradiciones. También se ha desarrollado un reconocimiento de los límites de la preservación cultural. Morton (1982) enfatiza en la necesidad de preservar la cultura, diciendo que "debemos tomar parte de lo que ha sobrevivido del pasado para el presente y preservarlo para el futuro, pero no todo" (Morton III, 1987: 146). De tal forma que se acepta que la preservación cultural no puede incorporar todos los aspectos de la cultura.Una política cultural para la selección, categorización, traslado y congelamiento de culturas (Lofgren 1989: 12) para la preservación puede llevar a géneros folclóricos considerados como tradicionales a convertirse en ejemplos de símbolos nacionales. Este puede ser un resultado inevitable de la preservación cultural. Sin embargo, una vez establecidos como símbolos nacionales, los géneros culturales preservados son vulnerables de ser usados con fines políticos, como es el caso en Corea del Sur.
El considerar a la cultura tradicional para su preservación, conservación y protección es una preocupación fundamental de los folcloristas modernos, ya que esto involucra las exhibiciones públicas para educar a la sociedad moderna sobre las formas tradicionales, y la identidad nacional sin importar si la preservación está asociada con la política. El resultado de esta preocupación es que esta conlleva a la realización de programas públicos para la presentación, protección y representación de la cultura. Tales programas buscan exponer los diferentes tipos de herencia cultural al tiempo que proporcionan una continuidad y motivación cultural (Feintuch 1988: 1). La protección cultural, con todos sus inconvenientes, puede ser positiva particularmente si a los intérpretes se les permitiera innovar, crear e introducir otro tipo de cambios a las artes. Preservación no debería significar ausencia de desarrollo. En el mejor de los casos esta debería apuntar a aspectos específicos de la cultura por razones financieras o exigidas para otro tipo de apoyo, pero no se debería exigir que la interpretación limite sus regalos y talentos en cuanto a innovación y creación.
Además la interacción de la política con el folclor para producir eventos culturales, tales como como exhibiciones a nivel nacional o regional, festivales y otro tipo de presentaciones públicas, ha creado interrogantes sobre la validez de dichas funciones como representaciones culturales, ya que con frecuencia involucran un cambio en el contexto y en la tradición. Esto también afecta los estilos de interpretación de los artistas. Por tanto estos eventos y programas culturales son también afectados por los creadores de las políticas quienes con frecuencia asignan los temas o situaciones para las presentaciones, tal como los festivales culturales organizados por el gobierno. Esto se puede ver fácilmente en Corea. Si los políticos dejaran de ejercer control, esto podría permitir que las artes encuentren su propio lugar en una sociedad cambiante, y que tengan su significado definido por la forma en que este se integra dentro de la sociedad. Por otro lado, a pesar de sus implicaciones políticas y de su efecto sobre las presentaciones, los festivales organizados por el gobierno han proporcionado una plataforma para la educación del público en materia de herencia nacional.
Encontrar un lugar para las artes tradicionales y al mismo tiempo educar al público han sido dos propósitos de los líderes del movimiento cultural nacional en Corea. Ellos han usado el folclor como símbolo de identidad nacional debido a que creen que las políticas generadas por la Ley de Protección del Patrimonio Cultural ha destruido la naturaleza de la tradición. Por tanto, ellos han adoptado las viejas formas tradicionales para crear y rejuvenecer su cultura nacional. Además, el rechazo a las culturas no coreanas es también una meta del movimiento cultural nacional, el cual es dirigido tanto por intelectuales como por estudiantes universitarios. Al tiempo que la cultura protegida, especialmente las artes escénicas tradicionales, es con frecuencia utilizada por miembros del movimiento cultural nacional con el fin de cumplir con su agenda política (el solo uso de las artes escénicas en contextos y formas diferentes a las designadas por el gobierno es ya una manifestación política), las artes se benefician ya que son usadas en forma dinámica. Están creciendo y desarrollándose como resultado de su uso creativo y significativo por parte de los miembros del movimiento cultural nacional.
Además de estas actividades del nuevo movimiento cultural, los artistas también están usando las formas tradicionales de manera creativa. Mientras que la Ley de Protección del Patrimonio Cultural ha conducido a la transformación de la tradición a través del mantener la forma original (wonhyeong) en un contexto fijo reprimiendo así la creatividad, el desarrollo del campo artístico ha pasado a manos de los artistas coreanos modernos. En reacción a las restricciones sobre la innovación del patrimonio cultural designado, los artistas han desarrollado nuevas formas de artes escénicas basadas en las tradicionales. En el caso de la danza, el reconocimiento que llegó junto con la designación como patrimonio cultural intangible le ha dado a la comunidad dancística la motivación en el desarrollo de sus propias actividades. Esta expansión en las presentaciones públicas ha aumentado la conciencia del público sobre las formas y las ha llevado hacia la popularización. Esto también ha conducido al surgimiento de un nuevo tipo de danza coreana conocida como changjak muyong (danza creativa).
La danza creativa ha surgido por dos razones. Primero, la popularización de las formas designadas promovió el conocimiento público de estas formas. Segundo, la imposibilidad de cambiar el contenido de las formas protegidas ha conducido a la necesidad artística de crear nuevas formas que permitan la expresión artística innovadora.
En la danza creativa los coreógrafos aplican con imaginación los movimientos de las formas básicas de la danza coreana para crear nuevas danzas. Estos coreógrafos y bailarines aprenden primero las formas tradicionales de parte de los personajes tesoro nacional (como líderes del movimiento cultural nacional aprenden formas tradicionales de danza de los personajes tesoro nacional para hacer madanggeuk, que es parte de la nueva cultura universitaria), y luego llevan las formas a sus conjuntos con el fin de innovar en nuevas danzas creativas. Así, la danza creativa tiene su propia identidad y puede ser clasificada como una forma creativa diferente de la danza coreana institucionalizada. Los creadores de las nuevas danza coreanas buscan adaptar dentro de la nueva danza formas tradicionales tales como seungmu y salpuri chum. Así que mientras que danzas tradicionales designadas no cambian, los coreógrafos están adaptando el estilo y los movimientos básicos de formas protegidas dentro de un proceso actual -la danza creativa.
En forma similar a la danza creativa, el conjunto de percusión conocido como samulnori, que se basa en las formas rítmicas del nong-ak tradicional (música de agricultores; designada como patrimonio cultural intangible número 84), es otro ejemplo de cómo los artistas han adaptado en forma exitosa un aspecto de las artes escénicas tradicionales para suplir sus propias necesidades creativas. Samulnori ha sido presentado en todo el país y en el extranjero y rápidamente ha llegado a ser muy popular. A su manera, es musicalmente comparable a la creación de danzas en cuanto a que crea nueva música al mezclar formas antiguas. Esta transformación de las formas de la tradición coreana ha dado como resultado una nueva tradición musical en Corea del Sur. Estas nuevas tradicionales son resultados irónicos e inintencionales, pero quizás también son el resultado inevitable de la aplicación de la Ley de Protección del Patrimonio Cultural.
Los creadores de la Ley tenían como su objetivo el preservar la cultura tradicional de Corea para que sirviera como representación de la herencia e identidad nacionales en momentos en los que la sociedad de finales del siglo XX se estaba alejando de dichas tradiciones. Al establecer la ley, establecieron procesos administrativos efectivos que pueden servir como un buen modelo a otras naciones que deseen localizar, identificar y preservar sus culturas tradicionales. Sin embargo, la administración actual de la Ley de Protección del Patrimonio Cultural ha sido inflexible y ha sucumbido a la manipulación política que pone los intereses de las agendas políticas primero que los intereses y desarrollo de las propias artes. Las artes se han convertido en una mercancía para ser utilizada por el gobierno. Como resultado, los artistas están buscando la expresión artística a través de su propia cultura nacional adoptando formas protegidas para la creación de forma nuevas.