En Progreso
Políticas de Protección Cultural en Corea: Patrimonio Cultural Intangible y Personajes "Tesoro Nacional"
Por YANG Jongsung
Capítulo 5: Folclor y Nacionalismo: el Folclor y la Identidad Nacional
3. El Movimiento Cultural Nacional (Minjok Munhwa Undong)
El incremento en el estudio de la cultura nacional ha sido tanto intelectual como práctico. Intelectualmente, esto ha conducido a la estructuración del desarrollo de la folclorología de Corea del Sur. Como ya se mencionó, Song Sok-ha y Yim Sik-jay fueron fundamentales en el aporte al surgimiento del movimiento de protección del patrimonio cultural, y sus estudios han tenido una profunda influencia en la folclorología moderna de Corea del Sur. El enfoque práctico -como oposición al intelectual- del movimiento cultural nacional está asociado con los intérpretes tradicionales designados por el gobierno quienes promocionan sus propias artes. El éxito administrativo del proceso de transmisión para la preservación de la cultura nacional ha resultado en recursos educativos destinados al fortalecimiento cultural coreano y la identidad nacional (Howard 1989:203).
Por más de dos generaciones -desde el punto de vista de Song y Yim sobre la protección de la herencia tradicional hasta el movimiento cultural nacional (minjok munhwa undong) en la moderna Corea- Corea ha experimentado inestabilidad social, económica y política surgida a raíz de la ocupación japonesa (1910-1945), la Guerra de Corea (1950-1953), la reforma social por la occidentalización, la modernización y la industrialización, las dictaduras militares y el nuevo movimiento aldeano.
Al tiempo que los coreanos estaban reconstruyendo la nación política y económicamente luego de la Guerra de Corea, se vieron cambios rápidos debido a una gran necesidad por la industrialización, la modernización y el urbanismo. Los coreanos todavía no habían restablecido muchos de sus recursos culturales tradicionales destruidos como resultado de la política de asimilación cultural durante la ocupación japonesa, la cuál había intentado japonizar la cultura coreana y cambiar las tradiciones coreanas. Como ya se mencionó, durante la ocupación japonesa, y con el fin de promover la cultura y religión (Shintoísmo) japonesas, fueron prohibidas las prácticas de muchas tradiciones coreanas y del chamanismo, la religión tradicional.
Una influencia mayor después de la Segunda Guerra Mundial fue el liderazgo del país. Luego de la guerra el gobierno democrático en Corea del Sur fue dirigido por el Dr. Rhee Syng-Man, al tiempo que Kim Il-sung dirigía el régimen comunista en Corea del Norte. El Dr. Rhee había sido educado en occidente y había sido fuertemente influenciado por la cultura occidental, y su administración (1948-1960) estaba fuertemente influenciada por la ideología occidental. Su presidencia fue respaldada por una fuerte presencia de las fuerzas armadas de Estados Unidos, las que permanecieron en el país luego de la Guerra de Corea y aún hoy siguen ahí. Mientras que Corea luchaba en la reconstrucción después de la Guerra de Corea bajo el liderazgo de Rhee, también se recreaba a si misma luego de 35 años de colonización japonesa y de su política de asimilación cultural. Así que Corea estaba culturalmente muy vulnerable y por tanto fue influenciada en gran medida por la ideología y sofisticación occidental a medida que era reconstruida con velocidad. Esto trajo consigo una nueva generación ignorante de gran parte de su propia herencia cultural tradicional. Rhee se mantuvo en el poder hasta cuando fue derrocado por manifestaciones de masas dirigidas por activistas estudiantiles.
Un ejemplo del efecto de la occidentalización hacia comienzos de los años 50 se puede ver culturalmente en la actualidad al nivel universitario. En tanto que muchas universidades han establecido departamentos de música occidental, ninguna ha establecido de música tradicional coreana. Esta occidentalización de Corea ha sido dominante, especialmente en el campo cultural, tal como en la música, la danza, el teatro, etc.
Luego de la caída de Rhee Syng-Man en 1960, Corea cayó bajo el control de un régimen militar que tomó medidas osadas para conducir al país hacia la prosperidad económica y hacia el orgullo cultural. Frente a las innegables influencias extranjeras en la sociedad y cultura coreanas, el nuevo gobierno militar de Park Chung-Hee (1961-1979) se puso en la tarea de establecer reformas políticas, económicas, sociales y culturales. Como una entre muchas reformas, Park introdujo el nuevo movimiento aldeano (sae-ma-eul undong) en 1970, que renovó y modernizó a las aldeas coreanas tradicionales, pero simultáneamente produjo destrucción en muchas formas tradicionales de vida en su marcha hacia la occidentalización. Era contradictorio el hecho de que el gobierno de Park estuviera iniciando una ley y política gubernamentales para proteger las tradiciones tangibles e intangibles por una parte, y al mismo tiempo estuviera estableciendo por otro lado un nuevo movimiento aldeano que destruyó tradiciones en favor de la occidentalización y modernización. La ideología de Park tras su política de protección cultural parece haber sido el promover su imagen como un nacionalista (Yun Hyong-suk 1991:212; Choi Chungmoo 1987:49-56), mientras que al mismo tiempo permanecía en el poder y reformaba el país en lo social y en lo económico.
Este nuevo movimiento aldeano cambió la nación muy rápidamente, de hecho siguiendo el modelo de modernización, industrialización y occidentalización de Corea del Sur de Rhee Syng-Man. Algunas de las más grandes reformas del nuevo movimiento aldeano fueron no solamente cambios físicos que se dieron -tales como cambiar el entejado de paja de las casas por uno de teja moderna y colorida- sino también cambios en la actitud de los coreanos hacia su religión indígena, el musok (chamanismo). La política cultural de la administración de Park afirmaba que musok debería ser tratado como superstición, sin un lugar real en la Corea moderna. Luego del asesinato del presidente Park en 1979, las políticas del nuevo movimiento aldeano fueron expandidas por el nuevo poder reinante de Chun Doo-Hwan (1980-1988). La administración de Chun siguió promoviendo las reformas y la occidentalización, particularmente hacia la americanización, ya que el gobierno de Corea del Sur tiene fuertes lazos con los Estados Unidos, y la milicia americana todavía es enviada en gran número a Corea del Sur. Incluso la estructura del sistema familiar, que ha estado basado en la ideología confucianista por miles de años, ha cambiado a medida que la rápida industrialización, urbanización y occidentalización ha llegado incluso hasta las aldeas (Howard 1992:787).
Lo que es importante notar en esta cronología es que el énfasis del gobierno sobre el crecimiento económico ya había sido un asunto primordial desde el establecimiento de una dictadura militar en Corea del Sur. Junto con este crecimiento económico estaba una política cultural que surgió desde el establecimiento de la Ley de Protección del Patrimonio Cultural en 1962. Park Chung-Hee y sus administradores se dieron cuenta que podrían hacer más que proteger sus artes frente a los cambiantes estilos de vida y de la perdida de su cultura nativa hasta la occidentalización y modernización -ellos podrían usar esto para promover otras políticas simultáneamente. Bajo la administración de Park, cuando la cultura tradicional fue organizada bajo categorías, y la cultura comenzó a ser protegida bajo el apoyo del gobierno, esta misma cultura fue usada por el gobierno como símbolo contrastante que representaban los cambios económicos, sociales e industriales en el país. De esa forma las artes comenzaron a convertirse en elementos de Corea como nación, más que ser partes integrales de la vida diaria de los coreanos.
En los años 80 muchos coreanos se sintieron cada vez más desilusionados con las políticas de Chun Doo-Hwan, especialmente en lo concerniente con el aumento en los conflictos comerciales. Ellos conectaban estos conflictos con la influencia americana en Corea y el continuo apoyo americano al gobierno antidemocrático coreano. La influencia americana fue identificada especialmente como una forma de dominación cultural, y esto a su vez estimuló la restauración de la cultura coreana como una forma de patriotismo (Nahm 1981). En reacción a esta percibida dominación, la élite intelectual y los estudiantes universitarios empezaron a haces énfasis en la validez cultural de sus propias tradiciones y se inició un tipo de resurgimiento, conocido como el movimiento cultural nacional (minjok munhwa undong).
Una manifestación de este nuevo movimiento cultural nacional fue el surgimiento del antiamericanismo a lo largo de los años 80, inicialmente entre los estudiantes universitarios. En sus ojos, el gobierno de Estados Unidos fue visto como el que apoyaba los errores de un gobierno corrupto y opresivo. La occidentalización -particularmente la americanización- llegó a representar todo lo que estaba mal con Corea. Como una declaración política, los estudiante universitarios usaban la música y la estructura básica de las artes escénicas designadas, pero las cambiaban y adaptaban para suplir sus propias necesidades. Esta adopción de las formas básicas de las artes escénicas tradicionales fue vista como una adopción de todo lo que era bueno para Corea, y como una rechazo de las políticas del gobierno, particularmente debido a que los estudiantes estaban innovando formas escénicas designadas en formas en que eran prohibidas de hacer para los intérpretes designados. Este era el telón de fondo para las manifestaciones estudiantiles violentas que el gobierno fue incapaz de controlar cada vez más (Yim Yong-soon 1988:240). Estas manifestaciones llegaron a su clímax el año en que se celebraron los Juegos Olímpicos de Verano de Seúl (McBeth 1988). Los sentimientos antiamericanos también aumentaron durante los Juegos debido al comportamiento del equipo olímpico americano. El embrollo se creó cuando el equipo olímpico americano entró como parte de la ceremonia oficial durante la Ceremonia de Apertura, lo que fue fuertemente criticado por los coreanos y por los medios de comunicación. El comportamiento de los americanos fue interpretado como irrespetuoso y como un signo de que los americanos querían mostrar sus dominio sobre Corea ya que los coreanos sabían que los Estados Unidos apoyaban a Corea económica y militarmente.
El período durante los Olímpicos le dio al gobierno de Corea del Sur una oportunidad de exhibir las culturas nacionales y el poderoso desarrollo de la economía del país. Sin embargo, en su momento los estudiantes políticamente activos reaccionaron a este uso de los Juegos con propósitos políticos, y sus manifestaciones masivas a las cuales la población en general también se unió, condujeron a la caída del gobierno de Chun. Los manifestantes hicieron uso de las artes escénicas tradicionales. Al comienzo de cada manifestación los estudiantes ponían en escena una obra, usualmente en la forma de una danza teatro de máscaras, como se mencionó en el Capítulo 4. Los estudiantes incorporaron cierto tipo de ideales en estas obras, los cuales siguieron siendo temas para sus manifestaciones, y estos temas dieron a los grupos estudiantiles una identidad especial. Los temas o ideologías básicas que hacían parte de las obras estaban basadas en "un llamado por el fin de la influencia externa (americana) sobre las formas nacionales (americanización) y por el desarrollo de formas puramente coreanas de arte" (Yu Yong-ik 1987).
Desde el punto de vista de los estudiantes, el gobierno estableció una política de protección restrictiva que no permitía a los interpretes innovar en ninguna de las formas de patrimonio cultural. Ellos también creían que el gobierno presionaba a los intérpretes a que promovieran la cultura nacional. Para los estudiantes el gobierno y los intérpretes designados trabajaban juntos con un propósito político de reforma de la tradición. Es así posible ver cómo la aplicación de la Ley de Protección del Patrimonio Cultural y las políticas resultantes han facilitado el surgimiento de un movimiento cultural alternativo entre los coreanos modernos del sur.El movimiento cultural alternativo es identificado por cada coreano en términos de sentido de soberanía de la herencia nacional (Chong I-dam 1985). Este movimiento recurre al folclor con el fin de desafiar la legitimidad del gobierno, sus reformas políticas y sus políticas culturales.
En los años 80 este movimiento se expandió más allá de los campos universitarios. Fue dirigido por el pueblo con el fin de revivir y rejuvenecer el patrimonio cultural nacional que había sido anquilosado por las políticas de la Ley de Protección del Patrimonio Cultural. El movimiento también reacciona contra el uso gubernamental de la cultura para propósitos políticos, como fue el caso de gukpung 81 durante el régimen de Chun Doo-Hwan (1980-1988) y de los Olímpicos de Seúl en el período de Rho Tae-woo (1988-1992).
A comienzos de los años 80 en medio de la corriente nacional hacia la modernización y la occidentalización, los estudiantes universitarios coreanos se dieron cuenta que ellos mismos eran responsables de la protección de su cultura tradicional. Para hacer esto, los estudiantes primero estudiaron las formas básicas de las artes bajo la tutela de intérpretes designados, y luego les pidieron que visitaran las sedes universitarias para enseñar. Al estudiar su cultura tradicional con el fin de rechazar la cultura no coreana, los estudiantes universitarios sintieron que habían comprendido la importante función de las artes escénicas tradicionales -especialmente en el caso de las formas de danza teatro de máscaras- como una plataforma para la crítica social. Este desarrollo de un movimiento cultural entre los coreanos modernos como un medio de rechazo a la cultura no coreana también sirve para revitalizar la forma y función de las artes escénicas tradicionales, las cuales son negadas por las restricciones de la Ley de Protección del Patrimonio Cultural. El movimiento también ha dado como resultado publicaciones intelectuales acerca de la tradición cultural, y estudios sobre el folclor coreano y por medio de estos los estudiantes comprenden la estructura y el fondo histórico de la cultura coreana, en el momento en el que están estudiando y practicando las artes escénicas.
A través de su contacto con estudiantes universitarios y con el movimiento cultural nacional, los in-ganmunhwajae y otros intérpretes se han convertido en educadores de la cultura tradicional además de intérpretes profesionales. Basado en el sistema de protección cultural del gobierno, todos los intérpretes registrados por el gobierno son educadores culturales que necesitan enseñar sus formas de arte para sobrevivir como intérpretes reconocidos. Esta educación cultural tradicional ha acercado mucho mas a las artes a la atención del público y aumentó con rapidez el número de estudiantes. Un ejemplo de esto se menciona con detalle en el Capítulo 4 con respecto a las clases públicas de la danza teatro de máscaras Gangnyeong llevadas a cabo en el Centro de Transmisión del Patrimonio Cultural Intangible.
Las clases públicas ayudan a crear grandes grupos de público familiar con Gangnyeong talchum. Las amas de casa traen a sus niños y los estudiantes universitarios traen a sus compañeros. Muchos estudiantes universitarios y de escuelas llevan de regreso sus aprendizaje a las escuelas, organizan clubes culturales y practican con el fin de presentarse en los festivales estudiantiles.
El aprendizaje de artes escénicas tradicionales nacionales a comienzos de los años 80 por parte de una generación interesada en su herencia nacional se volvió popular muy rápidamente. Como resultado se levó la conciencia nacional sobre las formas designadas y esto tuvo influencia en las expectativas sociales y en las actitudes del público hacia los intérpretes designados. Estas clases públicas abiertas fueron originalmente diseñadas por los grupos designados. Es decir que no fueron solicitadas ni apoyadas por el gobierno. Se requería del pago de una pequeña suma para asistir a las clases y los estudiantes aprendían solamente pasos básicos de danza. Al final del taller se hacía una pequeña presentación. El propósito de estas clases públicas abiertas no era hacer dinero sino transmitir el estilo forma al público para así enriquecer su comprensión de su herencia cultural y para expandir el movimiento cultural a través de la continuidad del conocimiento de tradiciones en la sociedad moderna. La enseñanza pública y el uso del centro de transmisión con este propósito son muy importantes.
El Centro de Transmisión del Patrimonio Cultural Intangible (Muhyeong Munhwajae Jeonsuhoegwan) está abierto al público y cualquier persona puede asistir a las clases especiales que allí se imparten. A comienzos de los años 80 el público empezó a interesarse en aprender formas designadas de danza teatro de máscaras. El número de nuevos estudiantes de artes escénicas tradicionales aumentó rápidamente y las clases estaban dominadas especialmente por amas de casa y estudiantes universitarios. Por la misma época surgieron cuestiones sobre la cultura nacional que distinguían a las culturas nacionales de las no nacionales y esto condujo a la aparición del "movimiento cultural nacional".
Entre los estudiantes universitarios el movimiento ha dado como resultado una cultura universitaria y la creación de nuevas formas de artes escénicas. Han habido muchas forma nuevas, pero entre ellas las más importantes son el llamado madanggeuk (teatro al aire libre) (Yang Jongsung 1988b; Lee Sang-il 1986; Im Chin-taek 1982) y daedonggut (festival comunal o festival de grandes aldeas). Estos y la "cultura universitaria" (daehak munhwa) (Yang Jongsung 1988b) se han convertido en a´reas importantes de estudio en la folclorología coreana (Choi In-hak 1987). Mientras que el movimiento cultural nacional provino de la idea de distinguir la cultura no coreana de la coreana, la creación de nuevas artes escénicas surge del deseo estudiantil de revivir la función y espíritu originales (Chae Hui-wan 1984) de las artes tradicionales como un medio para rechazar las políticas culturales del gobierno (Yang Jongsung 1988b y 1989a). Al mismo tiempo los estudiantes están usando activamente el concepto de regeneración de las artes escénicas tradicionales de acuerdo con la necesidad de expresión política en una sociedad cambiante. Ellos también están desarrollando nuevas formas que están basadas en las tradicionales que el gobierno está protegiendo.
En la actualidad casi todas las universidades tienen un club de artes escénicas tradicionales para estudiantes no solo para aprender las formas de arte sino también para presentarse durante los festivales universitarios. Como ya se mencionó, los estudiantes primero estudiaron las formas de arte bajo la guía de los intérpretes designados y luego practicaron juntos en un intento por revivir la función original de estas en una forma en la que dichos intérpretes designados no pueden hacerlo. Este movimiento ya se ha expandido hasta más allá de los límites de las universidades, influenciando a bailarines y actores profesionales. Esto se ha convertido no solo en una actividad universitaria sino en un movimiento a nivel nacional que reconoce la importancia de las artes escénicas tradicionales en la actualidad. Adicionalmente la música y los instrumentos musicales tradicionales de los agricultores se están usando frecuentemente en manifestaciones políticas por parte de los sindicatos de trabajadores.