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La Danza como Patrimonio Cultural Intangible de Corea


(publicado originalmente por la Administración del Patrimonio Cultural de Corea)



I. Géneros


Salpuri, Danza Solista para la Purificación Espiritual

(Patrimonio Intangible No. 97)


Algunos ven a Salpuri/Salpurichum como enraizada en la tradición chamánica y algunos la ven como una producción neo-tradicional revisada alrededor de finales del siglo XX. Salpuri se refiere a la expulsión de males profundos que residen dentro de una persona o en una casa, aunque en la actualidad la danza no involucra directamente el exorcismo chamánico.


La adopción del confucianismo por parte de la dinastía Joseon envió al chamanismo a la clandestinidad. Pero la antigua tradición sobrevivió en diversas formas en las artes escénicas, entre ellas Salpurichum. Esta era interpretada como un medio para la purificación espiritual durante los ritos de veneración a los ancestros y durante exorcismos chamánicos.


Salpurichum llegó a ser ampliamente interpretada por artistas itinerantes en mercados al aire libre, mientras que al mismo tiempo fue enriquecida por bailarines solistas profesionales en salas de entretenimiento, especialmente en las regiones suroccidental y central. Surgieron variantes regionales con nombres tales como Ipchum, Sanjochum, Jeukheungmu y Sugeonchum. En 1936 el maestro Han Seong-jun empezó a llamarla Salpurichum.


La versión al aire libre de Salpurichum depende generalmente del conjunto de percusión improvisada sinawi. Sin ningún arreglo preestablecido los patrones rítmicos de sinawi cambian sobre las preferencias estéticas espontáneas del músico. La bailarina solista revela la emoción del han, una mezcla de añoranza, remordimiento y lamento, en su estilo improvisado propio. Es indispensable inyectar una cualidad estética grandiosa en la expresión del han. Delinear apropiadamente el sentimiento del han siempre ha sido un gran reto en las artes escénicas coreanas y Salpurichum es la expresión del han por excelencia, lo que requiere una técnica de artisticidad refinada completa.


Hoy día Salpurichum es danzada exclusivamente por mujeres solistas de tal forma que emana una gracia peculiarmente femenina con unos toques de erotismo. La bailarina lleva puesta una falda y chaqueta blancas. Una bufanda de seda blanca y larga es un elemento esencial que le permite representar la gama de emociones desde la agonía hasta el goce. Con las líneas ondulantes que la bufanda crea, la bailarina procura liberar o elevar las tensiones y pasiones. Sus emociones son irradiadas en la atmósfera a través de la fluidez de la tela. La bufanda blanca es sin duda un canal para las emociones interiores delicadas y para amplificar los movimientos corporales.


El conjunto instrumental que acompaña es samhyeonyukgak que consiste de tres instrumentos de cuerda, el geomungo, una cítara de seis cuerdas y con trastes, gayageum, una cítara de 12 cuerdas, y dangbipa, un laúd chino de cuatro cuerdas, más un par de buk o tambores en forma de barril, janggo, un tambor de doble cara en forma de reloj de arena, haegeum, un laúd de dos cuerdas con arco, piri, un oboe cilíndrico de bambú, y taepyeongso, un oboe con campana de metal. La bailarina, con sus rostro en reposo absoluto, comienza con movimientos lentos al ritmo de gutgeori de 12/8 y los ritmos básicos de sinawi.


Siguiendo la armonía particular del conjunto, la bailarina improvisa con movimientos de las manos y de los pies. Luego la música y la danza pasan al ritmo jajinmori que es más rápido. Los movimientos vigorosos de reposo y suspensión de la bailarina que poseen una energía interna regulada hacen de esta pieza de danza la personificación de la perfección.


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